Al igual que con la mayoría de las cosas, mi vínculo con la fotografía es más bien intuitivo: no hubo plan ni formación. Pero desde hace algún tiempo es parte de mi trabajo cotidiano.
Sin llegar a ser una decisión, no suelo fotografiar personas: algo de los lugares vacíos me atrae.
Aunque parezca una obviedad, sacar fotos requiere compartir tiempo y espacio con lo fotografiado: poner el cuerpo; estar ahí. Algo de ese contacto, también, me mueve.
Lucio Dodero